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129 años de la llegada del tren



El jueves 17 de julio de 2014, la Biblioteca Pública Alfonsina Storni y la Junta de Estudios Históricos del distrito Ezeiza celebraron los 129 años de la ciudad de José María Ezeiza. Respondiendo al mandato de honrar la memoria regional se expusieron documentos, fotografías y publicaciones históricas y de interés para el curioso de nuestro pasado local, en la Biblioteca, ubicada en el segundo piso del Centro Cultural Amigo Néstor, Avellaneda 25, José María Ezeiza. En el cierre, los vecinos compartieron un mate cocido. Participó del evento el Grupo Encuentro.


¿POR QUÉ EL 17 DE JULIO?

Las localidades de nuestra región se fueron poblando con quienes se asentaron alrededor de las estaciones del ferrocarril. El tren facilitaba la comunicación humana y su inserción en los circuitos productivos por su conexión con el mundo laboral y económico. Esto no significa que antes del tren no hubiera existencia humana en esta zona. Por lo tanto, las localidades del distrito no tienen un acta fundacional, ni una fecha de fundación.
Si destacamos la puesta en funcionamiento de los ramales ferroviarios, es porque las estaciones de trenes dieron otro nombre, un nombre particular, y otra perspectiva, económicamente más moderna y acompañando la dinámica mundial, al desarrollo de la región. Si lo pensamos hacia adelante en el tiempo, notaremos que esto también ocurrió con el aeropuerto: dio un nombre particular que se generalizó hacia la región y amplió el horizonte de acción con miras al mundo. La versión más ferroviaria entonces, indicaría que la estación o parada de trenes de la actual José María Ezeiza, se habilitó para uso público el 17 de julio de 1885.

JOSÉ MARÍA EZEIZA (1816-1884)

José María Ezeiza compró estas tierras donde hoy funciona la estación de trenes en 1874. Casado con María Halliburton tuvieron tres hijos: Magdalena, Lorenza y Fidel. Lorenza se casó con Eduardo Zenavilla y falleció al dar a luz a Lorenza Zenavilla Ezeiza. El doctor Zenavilla efectivizó poco después la donación mediante escritura, gratuitamente y en nombre de su hija Lorenza, menor de edad, de las 13 hectáreas de terrenos para las obras de la estación del ferrocarril, con dos condiciones: la estación llevaría siempre el nombre del abuelo materno de su hija y siempre deberían funcionar las dos barreras, la de las calles French y Avellaneda.