Fundada el 22 de noviembre de 1981, en el Club Social y Atlético Ezeiza. Sede: Laprida 199, esquina Liniers, José María Ezeiza | A cargo de la Fundación Las Vacas Vuelan: Instagram @fundacionlasvacasvuelan

Biblio Storni | ¡Cumplimos 39 y se vienen los 40!

El domingo 22 de noviembre de 2020 nuestra querida Biblioteca Pública Alfonsina Storni cumplió su 39° aniversario de su creación y ya comenzó a pensar cómo celebrar su cumpleaños N° 40 durante el 2021. ¿Tenés ideas para festejarlo? ¿Te sumás? ¡Tu aporte nos interesa! Contanos tu propuesta a biblioalfonsinastorni@hotmail.com. 
Ya nos confirmaron:
► Suelta de lecturas a cargo de Agustina Davio, Leticia Rojas y Juan Carlos Ramires Leiva.
► Curso de estatuas vivientes a cargo de Mónica Coppiz.

¿Cuál es el propósito de la lectura?

El convite va con el aporte de la socia lectora Leticia Rojas. A través de ella agradecemos a las muchísimas personas que colaboran para su sostenimiento y servicio.

—He leído muchos libros, pero me olvidé la mayoría. Pero, entonces, ¿cuál es el propósito de la lectura?
Esta fue la pregunta que un alumno le formuló una vez a su Maestro. El Maestro no respondió en ese momento. 
Después de unos días, mientras estaban sentados cerca de un río, el Maestro dijo que tenía sed y le pidió al joven que le trajera un poco de agua con un colador viejo y sucio. 
El alumno se sobresaltó. Sabía que era un pedido sin lógica. 
Sin embargo, no pudo contradecir a su Maestro y, habiendo tomado el cedazo, inicio esa absurda tarea. Cada vez que sumergía el colador en el río para llevarle agua a su Maestro, ni siquiera podía dar un paso hacia él. No quedaba ni una gota en el colador. 
Lo intentó y lo intentó decenas de veces, pero, por mucho que trató de correr más rápido desde la orilla hasta su Maestro, el agua siguió pasando por todos los agujeros del tamiz y se perdió en el camino. 
Agotado, se sentó junto al Maestro y dijo: 
—No puedo conseguir agua con ese colador. Perdóneme, Maestro, es imposible. He fallado en mi tarea.
—No —respondió el anciano sonriendo—. No fallaste. Mirá el colador, ahora brilla, está limpio, está como nuevo. El agua, que se filtra por sus agujeros, lo limpió. Cuando leés libros —prosiguió el viejo Maestro—, sos como un colador y ellos como el agua de río. No importa si no podés guardar en tu memoria toda el agua que dejan fluir en vos. Los libros, con sus ideas, emociones, sentimientos, conocimientos, la verdad que encontrarás entre sus páginas, limpiarán tu mente y el espíritu, y te convertirán en una persona mejor y renovada. Este es el propósito de la lectura.